sábado, 13 de junio de 2009

El engel que dice llamarse Miguel

Todos los días tengo la misma pesadilla.

Está todo oscuro, y lo único que siento es que mi cuerpo flota y solo escucho un zumbido que me hace despertar en mi propio sueño. Abro los ojos, e intento estirar todas mis extremidades, y lo que más me duele son unos bultos en mi espalda. Me intento mover, pero estoy atrapado, mis extremidades están sujetas en una jaula de cristal cilíndrica, y desde allí dentro siempre veo las mismas caras borrosas que hablan en secreto entre ellas y observan mi cuerpo desnudo. Y muchas luces, luces que parpadean por todas partes, haciendo ruidos extraños. De repente aparecen millones de brazos de hierro y recorren todo mi cuerpo, marcándome con el dolor. Y de repente, pasa lo que intento evitar cada vez que tengo esta pesadilla.
Una voz comienza a gritar.

-¡¡Está despierto Ingram!!¡Está despierto!

De repente las sombras empiezan a correr de un lado para otro.

-¡Aborten! ¡Aborten! ¡No podemos seguir!

De repente mi cuerpo empieza a coger fuerzas. Me duele todo, es un dolor intenso y horriblemente indescriptible. A cada paso los gritos que hay fuera del tubo de cristal son más fuertes, como mis músculos. De repente mi dolor se convierte en ira. Tiro de mis extremidades, y las miles de agujas se me clavan mucho más en mi cuerpo, mientras hacen un recorrido preciso.

-¡Se está moviendo! ¡No le hace efecto el sedante! ¡Aborten el Bautismo! ¡La tinta está entrando demasiado fuerte! ¡Si sigue así su fuerza será incontrolable! ¡Ingram, aborta!
-¡No se puede abortar una vez iniciado el proceso! ¡Está en manos de Dios!

Entonces rompo la jaula, y me dejo llevar por mi furia, acabando a sangre fría, con mis propias manos, con todas las sombras que me torturan. Solo algunos escaparon. La sala está destrozada, la mayoría de los presentes están muertos, y los supervivientes están arrodillados en el caos que reina la sala. Comienzo a batir unas enormes alas, y volando alguien se adueña de mi voz y comienzo a gritar señalando a las sombras.

-“Hubo un gran combate en los cielos. Miguel y sus ángeles lucharon contra el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya lugar en el Cielo para ellos. Y fue arrojado el Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él."

Una de las sombras comenzó a gritar histéricamente al escucharme.

-¡Por la Madre Iglesia! ¡Es uno de los versículos del Apocalipsis!

Entonces concluyo.

-Vuestro error ha sido castigado, pero vuestro error será vuestra salvación. Pues estáis viendo al elegido. El elegido por el Príncipe de los ángeles, para ser su mano derecha, su fuerza. ¡Yo seré la Espada de Fuego del elegido del más radiante de los Engels!…para una de las gloriosas batallas decisivas para el destino de las almas de los hombres.

Y después todo se vuelve negro. Y lo único que escucho son las voces sorprendidas diciendo “Miguel”

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