domingo, 2 de agosto de 2009

Un final, siempre es un comienzo. Epílogo de los Ángeles de la Muerte. Introducción del verdadero camino.

El miquelita Kanpekiel volvería al Firmamento Miquelita en Roma Aeterna y se labraría un breve reconocimiento por el levanto del asedio en los campos de la antigua Zurich (la Iglesia Angélica por supuesto nunca conoció el apoyo de los heréticos petirrojos). A partir de aquello, se le encomendaron misiones más trascendentes. Más adelante descubriría que es el hijo, por tanto, elegido del Arcángel Miguel, del que hablaba el gabrielita Miguel en su profecía en el Bautismo.
La urielita Galadriel continuaría bajo el liderazgo de Kanpekiel, y seguiría siendo el Ojo de la Compañía, y presumo creer que se enamorará de un nuevo compañero de la compañía.
El gabrielita Miguel, como ya describí, no volvería a ser el mismo, y nadie debe dudar de esto, o la ira del Señor caerá sobre su cabeza. Dejaría de ser el Ángel de la Muerte para convertirse en el liante oficial de la Compañía.
Zamiel, el Ramielita, entraría en la Compañía de Kanpekiel después de perder la suya en la batalla, aportaría sabiduría al grupo, pero moriría trágicamente en un nido de Engendros. Aunque no lo hubiera hecho de no ser porque Galadriel llegó tarde a socorrerle, al contrario que en el relato anteriormente descrito.
Noxel, el curador Rafaelita que salvara de la muerte a Amelia, entraría en la Compañía para sustituir a la caída en combate Alariel, que Dios acoja en su seno. Noxel acabará enamorándose de su compañera Galadriel, la cual le correspondería.
Al gabrielita Raifel se le levantaría una humilde y modesta tumba simbólica en los campos de la antigua Zurich, allá dónde desapareció el Inferno que su supuesto sacrificio hizo desaparecer.
El cuerpo del General de los Herejes, el Maestro de los Tentados, el Engel oscuro Arceón nunca se encontró en el campo de batalla.
El Sargento Gorke volvió a despaparecer con los Petirrojos pero seguiría velando por sus muchachos y nunca los dejó en la estacada.
Jacqueline, Templario Negro, hija de un diádoco francés, dejó la Orden y se quedó a vivir en la antigua Zurich, limpiando la tumba de su hermano de armas, el enorme y deslenguado Jacob; las hijas del caído fueron liberadas por la Inquisición al conocer la suerte del hombretón y pasaron al cuidado de la francesa.
Johann, el erudito de la 6º Compañía de Templarios Negros, perdió un brazo en la batalla de la antigua Zurich y tras años de viaje y estudios por Europa, ingresó en un monasterio Ramielita, en Praga.
Duncant, Amelia e Isaac, fueron los únicos de la 6ª Compañía de Templarios Negros que volvieron al Temple de la Orden en las afueras de Roma AEterna. Allí, al ser 3 los únicos que volvieron (eran 9) fueron nombrados Electis, es decir, Templario elegidos para tareas importantes y con el honor de poder ser enviados de misión con Engels, todo un honor para un Templario. Los tres acabarían de misión con la Compañía de Kanpekiel, y lo que era una simple misión ,se convirtió en algo más oscuro, pero esa es otra historia (esto solo era una introducción a esta historia, que es de Danielle, master de Enge ^^)
Lois, la niña huérfana, acabaría cayendo en desgracia, acabando en el tráfico de esclavos se reencontraría con Isaac, como ya vaticinó, y éste, con recursos monetarios otorgados para una misión encomendada por la Iglesia, lo consumió para liberarla. Finalemente quedó a su cuidado, y acabó convirtiéndose, según Lois, en su padre. Para el que no lo sepa, que lo dudo, Lois es el Oráculo que mencionó Arceón en la batalla.
Los ataques que se realizaron en toda Europa en el relato se dieron por el hecho de ir preparando el terreno para la Gran Guerra entre Dios y el Señor de las Moscas, cuyo elemento decisivo sería el Oráculo. La guerra no ha hecho más que comenzar su Gran Fin. Y el final, aún no está escrito.



Fijaos a dónde he llegado sin darme cuenta. Me he pasado un poco ¿No? Se supone que iba a ser un relato algo breve y poco pesado.

Aquí se acaba el preludio de lo que será el verdadero camino de estos valerosos Engels. Un camino arduo y tramposo, donde serán puestos a prueba constantemente, no solo físicamente, sino espiritualmente. Un camino medio recorrido hoy día, y que espero que acabemos todos juntos hacia un gran desenlace. En ese camino lucharán, sentirán, discutirán,caerán, amarán, reirán y llorarán juntos, se cuestionarán su naturaleza, su fe, y su misión en la Tierra y durante su camino evolucionarán hasta el punto de, que echar la mirada atrás, no se reconocerán.
Pero esta historia, es contada por otra persona, por la originaria y verdadera creadora del camino de estos Engels, y algunos humanos, tan valerosos y dispuestos como los enviados del Señor, pero no tan reconocidos por ser meros mortales.

Pido perdón por cojer los personajes prestados a Hirohisa (Kanpekiel), Belzeenef (Galadriel) y en general a toda la trama y personajes secundarios a Daniella, la verdadera mente de toda esta historia y, bueno, a Porrauron no, porque me lo prestó para que escribiera con su personaje (el famoso Miguel, solo famoso por nombre Herético). Espero haberle hecho justicia a vuestros personajes y a la historia.

Espero haber creado un relato decente para el preludio de tu historia, Danielle.

Y aunque no sea un escritor medio bueno y con el riesgo de parecer idiota, voy a dar las gracias a los siguientes porque me da la gana, eah:

A Belzeenef, también conocida como la urielita Galadriel, el Ojo de la Compañía, que siempre envidiaré su manera de escribir.
A Hirohisa, o también el frío y oscuro perfeccionista Kanpekiel, Líder de la Compañía, que me intrudujo en este fantástico (no podía ser de otra manera) mundo.
A Porrauron, o también el gabrielita Miguel, el Ángel de la Muerte de la Compañía, por ser el primero en leer mi humilde y soso relato, aunque a él le gustara porque he engrandecido demasiado a su personaje Miguel.

Por último pero no menos importante a la mente creadora de todo este embrollo, y la que soportó la lectura de la larga e insulsa historia de mi personaje. A Danielle, que le dió alas a mi imaginación.

Y bueno, como ya sabéis, yo, Templarius, no podía nada más que ser el menospreciado Isaac, Templario Negro.

En fin, el que haya llegado hasta el final...le pego un cocotazo por haberse tragado semejante tocho.

3 comentarios:

  1. Beelzenef se declara... absolutamente complacido con este maravilloso final ^^
    Le diste más vida a Galadriel de lo que yo le pude dar nunca.
    Gran final, aunque es tan solo el principio. Y me gané el cocotazo ^^
    Un arrechunchón fuerte fuerte :D

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  2. Han sido una historia muy buena, mis más sinceras felicitaciones, espero seguir leyendo tus historias ^^

    Nos vemos.

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  3. tio tio tio muy muuy buena historia, pero me pregunto quien seguira contandola????XDDDD

    pd:cuando hay partida??XD

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