domingo, 18 de abril de 2010

¿Qué harás cuando todo acabe?

Por lo que más quieras...Dios, no me cansaré de decirte que me lances un rayo para acabar antes. Estamos en Roma, queremos evitar que reine el caos en la humanidad, nos hemos preparado para evitar que asesinen al Papa concienzudamente. Pocos enemigos podrían hacernos frente. Pero de ninguna de las maneras me esperaba que fueran a jugar tan sucio. ¿Por qué?
¿Por qué en vez de luchar a sangre, acero y fuego, estoy luchando por separarme otra vez de mi mejor amigo? ¿Por qué en vez de acallar los gritos de los moribundos, estoy intentando no escuchar a los amigos perdidos pidiendome que me quede con ellos? ¿Por qué en vez rechazar mi muerte violenta en batalla, estoy rechazando una vida junto a ella? ¿Por qué en vez de ver no querer ver como mueren mis compañeros, estoy queriendo no ver a mi hija ya crecida? ¿Por qué en vez de lamentar la pérdida de mis compañeros en batalla, estoy lamentando no poder estar con el hijo que nunca tuve?

Podría hacerle frente al más grande y terrible de los engendros y batallas...pero no a esto. Si lo hago, es porque tengo que hacerlo, no puedo dejar llevarme de esta manera. Además, ¿para qué quiero una realidad falsa, cuando puedo conseguirlo de verdad? No será fácil, eso lo sé. Es mas, estoy seguro de que moriré intentándolo.

"¿Qué harás cuando todo acabe, Isaac?"

Ah, cuando todo acabe. ¿Será eso posible? Sangrar junto a los Petirrojos, o no hacerlo. Crear un mundo mejor para los que tienen que venir. Quien sabe, quizás colgar la espada envainada en la pared de una casa de campo, donde trabajaría la tierra. Amelia estaría allí, si quisiera, con un anillo al dedo, quizás haciendo unos patuquitos o con un niño en brazos. También estaría Duncant, contándoles a nuestros hijos, con Lois, claro está, todo lo que habíamos vivido.


Quizás es mucho soñar. Pero...¿Qué me queda, sino eso?